“Siempre me interesaron las uñas, pero lo veía como un hobby. Acá entendí que podía ser un negocio serio y rentable, si lo hacía con estrategia.”

“Trabajaba en una oficina, pero me sentía atrapada. La idea de vivir de algo mío siempre me dio miedo, pero estas clases me mostraron que sí es posible.”

“No soy principiante. Ya hacía uñas, pero sin estructura. Estas clases me dieron orden y visión: ahora tengo precios claros, clientas más constantes y un objetivo.”

“Siempre postergaba mi sueño por ‘no tener tiempo’. La profe te pone en modo acción. No necesitás esperar a que todo sea perfecto para empezar.”

“Me sentía inútil por no disfrutar mi trabajo, aunque era ‘bueno’. Acá no solo aprendí técnicas, aprendí que está bien querer otra cosa.”

“Lo que más me impactó es que no hablan solo de uñas, sino de mentalidad, estrategia, cómo salir de donde estás. Me hacía falta eso.”

“Tomé decisiones que venía postergando hace años después de estas clases. Fue el empujón que necesitaba para empezar en serio.”